A lo largo de mi vida profesional como crítico gastronómico, me he encontrado en muchas ocasiones restaurantes en los que cuando comías pan, o algún postre, tenía el sabor un recuerdo profundo a asado.
Esto es lo que te puede suceder, si tras un número significativo de usos, no prestas atención a la limpieza interior de tu Kamado
Algunos mariscos, bastantes carnes, y algunos tipos de cocinado en concreto, van dejando la impronta de su aroma en las paredes de nuestro Kamado además de un desagradable color oscuro.
Mantener limpio el Kamado, además de eliminar las cenizas y residuos de carbón, implica hacer limpiezas a fondo de vez en cuando.
En el fondo esto es uno de los procedimientos más sencillos, Y no dista significativamente del proceso que ya os conté de cómo mantener impecable el deflector de nuestro Kamado.
Para limpiar el interior de un Kamado el proceso más rápido y sencillo es utilizar la pirólisis, es decir, cargar de carbón nuevo el vaso del Kamado o como mínimo utilizar el 50 % de carbón nuevo.
Prenderlo con los tiros tanto superior como inferior abiertos al máximo, y esperar que la elevación de temperatura, aplique el mismo principio de pirólisis que actualmente los hornos domésticos de alta gama ya tienen.
Una vez se haya apagado todo el carbón y consumido, obtendremos un Kamado limpio y listo para volverse a usar sin restos de olores ya que todo lo que haya quedado previamente adherido a la cúpula de nuestro Kamado se carbonizará y caerá al fondo como residuo carbonizado.
Quizás lo único que hay que tener en cuenta, es controlar que el Kamado no se pase de la temperatura máxima de seguridad, pero esto en principio no debería suceder, así que simplemente echarle una ojeada de vez en cuando, y si se pasa de la temperatura de seguridad, cerrar parcialmente el tiro superior e inferior, y sobre todo, no abráis el Kamado durante este proceso de autolimpieza.
Si eres muy meticuloso, una vez se haya enfriado puedes pasar una bayeta húmeda por el interior del Kamado, aunque en mi humilde opinión este paso es absolutamente innecesario.
Importante, para que la limpieza sea efectiva, hay que retirar el deflector, ya que en caso de no hacerlo, lo que quedará limpio será este elemento y no la cúpula interior de vuestro Kamado.

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